Soy la tercera generación de queseros en Ecuador, representando un legado impregnado de pasión y trayectoria en el mundo de los lácteos. Sin embargo, mi pasión trasciende más allá de esto; disfruto enormemente al ver a la gente entrar a nuestros locales con esa expresión de curiosidad por algo nuevo y la tranquilidad que sienten al sentarse bajo el árbol para disfrutar de un café o saborear un delicioso fondue. Me encanta saber que puedo brindarles momentos de bienestar, ofreciéndoles un respiro en medio de sus ajetreadas vidas. Este es el objetivo que me esfuerzo por transmitir a través de los productos que ofrezco y en la colaboración con todo el equipo con el que trabajo.
¿Por qué lo hago? Por la sencilla satisfacción de ver a las personas felices y saber que he contribuido a ese estado de felicidad.
Mi pasión por la cocina casera, aquella que reconforta el alma y evoca recuerdos, ha sido parte de mi vida desde mi infancia. Crecí inmersa en el mundo de los productos delicatessen, desde el garaje de casa donde mi padre elaboraba yogurt para vender junto con los productos Floralp, creados en Ibarra por mi abuelo, un suizo que llegó a América del Sur para elaborar quesos. A medida que el negocio crecía, mi padre decidió abrir un local para satisfacer a una clientela diversa, en su mayoría extranjeros en busca de algo que les recordara su hogar. Así nació el primer Floralp (Delicatessen) en la República del Salvador y Portugal, convirtiéndose en un espacio lleno de magia donde pasaba horas con mis hermanos, participando activamente en la venta y disfrutando de ese entorno singular.
Con el tiempo, en 1995 abrimos nuestro segundo local en el Centro Comercial La Esquina, convirtiéndose en mi tercera casa y actualmente en mi principal negocio, dedicado a crear momentos de felicidad para nuestros leales clientes y aquellos que se sumarán en el futuro. Desde 2017, estoy al frente de este increíble legado del cual me siento sumamente orgullosa y ansío compartir con el mundo lo que representa esta tradición familiar. En 2021, inauguré mi segundo local en el Parque de Puembo, que ha sido como un hijo para mí, un espacio donde he reído, llorado, noches sin dormir y celebrado. Me apasiona todo lo que construyo allí, un legado que fusiona mis raíces suizas y ecuatorianas en un único corazón, deseando que quienes nos visiten perciban y sientan la esencia de esta experiencia.
¿Quién soy yo? Me llamo Amanda Purtschert, una mezcla de Suiza y Ecuador, amante del deporte, los viajes y la cocina. Si bien no me considero una chef, cuento con excelentes colaboradores que me ayudan a realizar mi sueño y transmitir nuestro legado a través del servicio. Soy hija de una madre excepcional que me ha inculcado la fortaleza para ser quien soy, y de un padre que me ha enseñado a reconocer lo que es auténticamente bueno. Además, me enorgullece ser una hermana a la que le gusta ser un ejemplo a seguir.
Lo llamo mi segunda casa, mis papás lo inauguraron hace más de 27 años y ahora yo sigo con el legado. Un lugar lleno de amor, anécdotas y deliciosos productos artesanales, orgánicos, importados y mucho más. Que esperas y ven a visitarnos!
En el 2020 hicimos realidad nuestro sueño, abrir un nuevo local que tenga un espacio de cafetería y restaurante así los clientes podrían probar los productos que vendemos en nuestro delicatessen. Este sueño esta ubicado en el parque central de Puembo, ven y descubre la magia de nuestro jardín secreto.
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